La cena de anoche fue muy divertida, llegamos a las ocho de vuelta al hotel, después de dar un paseo por el pueblo de Villefranque du Lauragais. Nos sentaron en la zona de la terraza, hacía calor y se estaba muy a gusto fuera. Nos tomaron nota y cuando iban a traer los platos comenzó a caer una tromba de agua que tuvimos que salir todos corriendo con los vasos, los cubiertos y todo lo que había en las mesas para meternos dentro. Estuvo lloviendo un rato, pero cayó mucha agua.
Probamos el Cassoulet, que es un plato típico de la zona de Castelnaurady, hecho con habichuelas, algo parecido a la butifarra y muslo de pato confitado. No podíamos irnos de aquí sin probarlo.
Por la mañana nos levantamos y seguía lloviendo. Afortunadamente el camino del canal desde ayer se ha convertido en una pista asfaltada, así que el agua no nos afectará demasiado. Nos abrigamos, cubrimos las bicis y le damos uso por primera vez a toda esa ropa que llevábamos días pensando si habíamos hecho bien en traer.
Los kilómetros por esta pista pasan volando y en este último tramo además hay muy pocas esclusas y los pueblos están muy alejados del canal, así que hasta Toulouse vamos de un golpe. Seguimos por el canal al llegar a la ciudad, buscando nuestro Etap, que está cerca de la misma estación de tren. Allí preguntamos si podríamos llevar bicis en el tren y si podíamos volvernos desde Agen, dos o tres etapas más allá. Así que en lugar de volvernos por el mismo sitio decidimos continuar un par de días más y tomar el tren de regreso desde Agen hasta Beziers…. pero eso será otra historia
¿Yatá? ¿ComoQueYatá? ¿Y Burdeos? ¿Y París? ¿YJonolúlú? Suerte tenéis que yo empieze mañana mi bizarra ruta que si no, os íbais a enterar…
Kmpi
Con razon bicicleteas tanto, asi cualquiera, pero el pato pa los patiños, ya queda menos besitos
que bien lo pasais bandidos!! y que envia que me dais!…. 😉
CRIS