Etapa 4. Lleida – Bujaraloz

Salimos de Lleida tras tomar un café rápido en el hotel. Los primeros 40 kilómetros no tienen complicación, así que ya pararemos a desayunar bien por el camino.

La salida de Lleida se complica porque además de ser como todas las grandes ciudades nosotros le hemos puesto una guinda más. Nos equivocamos de dirección y nos íbamos de nuevo a Barcelona. La falta de flechas, la posición del sol y algunos detalles más nos hicieron darnos cuenta rápido de nuestra equivocación. Vuelta y a empezar de nuevo.

Salimos, ahora sí, por un paseo acondicionado como ruta natural, en el que se empieza a intuir un carril bici y elementos para caminantes y vecinos.

Íbamos más o menos agrupados y al finalizar la pista que llevábamos nos paramos para reagruparnos del todo. Paco siguió sin pararse y sin contar con que los demás se entretendrían más de la cuenta, por lo que fue en solitario por delante hasta llegar a Fraga.

Antes de llegar a Fraga tuvimos que superar un par de repechos que ya empezaban a costar por el calor que hoy vuelve a apretar. No nos pudimos resistir a coger unas ricas nectarinas directamente de una plantación por la que pasamos. Aún están duras, pero de sabor ya estaban muy ricas. La fruta así sabe mucho mejor.

Paco seguía por delante y quedamos con él en Fraga. Había cogido sitio en una terracita en el centro y a punto estuvo de ser devorado por las vecinas que estaban locas por coger sitio para ver la procesión del Corpus en primera fila.

Comimos algo para afrontar la subida del día y vimos pasar la procesión como señores.

A partir de aquí el que tomó ruta en solitario fue César. Cuatro catalanes por carretera y el único que tomó el camino fué el de Cádiz, como buen bilbaíno.

El calor estaba ya haciendo de las suyas y cada uno por su lado sufrieron de lo lindo. Al final de la subida y casi por asalto entraron en el único bar que había en la carretera para beber como si no hubiese mañana.

Se volvieron a grupar todos cuando llegó César y volvieron a separarse para empezar la bajada. Era bajada porque se perdía desnivel, pero había que pedalear igualmente ya que era muy tendida y con repechones continuos.

Volvimos a reagruparnos en Peñalba y volvieron a separarse de nuevo para afrontar los últimos 12 kilómetros hasta Bujaraloz. Esta vez llegaron todos los ciclistas a la vez al hostal donde teníamos reservadas las habitaciones para hoy.

90 kilómetros muy duros y exigentes, por el calor y por el ritmo que llevamos toda la etapa.

6 comentarios

  1. Oye! Qué chulo el diario este de viaje! Os pasa de todo, eh? Pero qué sería un viaje sin anécdotas que contar… 😉
    Muchos ánimos a todos y, que a pesar de las dificultades extrínsecas, tengáis un buen camino.
    Comed mucha proteína (carnaca de la buena) para evitar desgaste muscular!!!! =)
    Lauri

  2. Ole ese grupo guapo, guapo, y esos pinchos que buena pinta que tienen, animo chicos disfrutar y buen camino.
    Mari

  3. Chicos, mirad el mapa que al sur tenéis Caspe. Podéis cambiar la historia del Compromiso de Idem y en vez de un Trastamara fundar la PrePrimeraRepública, por ejemplo.
    Buen Camino,
    Kmpi

  4. Hola peregrinos

    Ya veo que a pesar del calor y de los rigores del camino, os vais cuidando bien y os dais algun que otro homenaje.

    Que sigais disfrutando.

    Un abrazo gigolós

    Javi

  5. dalton peque

    Asi me gusta, esos bicigrinos pasando calor, para que los avituallamientos sepan mejor,
    como dirían por ahí, !!!jodo!! que calor que hace maño,que sigais teniendo un buen camino

  6. Pero en esta etapa estais bendecidos y perdonados, vaya punteria parar justo donde pasaba la custodia, anda queeee, seguid pasandolo bien y cuidado con el sol que quema mucho, besos peregrinos

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