Etapa 4.- Logroño – Belorado

A medida que las etapas se van haciendo más largas y el tiempo empieza a acompañar hay que ir ajustando las horas de salida para aprovechar bien el día, así que hoy le hemos ganado un poquito más al reloj y todo empieza casi media hora antes.

Antes de las ocho ya estamos pedaleando con el desayuno hecho y todo en orden. La salida de Logroño se hace larga. Casi seis kilómetros después de empezar todavía estamos saliendo de la ciudad.

Enseguida cruzamos el túnel que pasa bajo la carretera principal de Burgos y que nos deja en la entrada del Parque de La Grajera. Justo a la entrada del túnel oíamos algo raro, era como una estampida que se dirigía hacia nosotros. Al entrar en la curva del túnel tuvimos que frenar en seco porque estaban haciendo running mañanero medio cuartel militar o de guardia civil, vaya usted a saber. El caso es que casi nos pasan por encima los casi treinta corredores que salían por el túnel.

Hoy sigue haciendo fresco, aunque ya se va notando que empieza a hacer calor un poco antes. Aún así cruzamos el Parque de la Grajera con amenaza de lluvia.

Tenemos por delante 75 kilómetros que tenemos que gestionar para llegar a Belorado a buena hora, pero durante el día hubo varios giros dramáticos de los acontecimientos de los que hablaremos… vaya si hablaremos.

Pasamos Navarrete y comenzamos a pedalear en dirección a Nájera por los extensos viñedos de La Rioja. Buen terreno, aunque pedregoso, pero un desnivel constante de subida que va minando nuestros cuerpos. Suerte que el viento no está del todo en nuestra contra.

En Nájera paramos a hacer un desayuno tardío más fuerte para aguantar ya hasta final de etapa. Seguimos hasta Azofra donde paramos a descansar un poco en la fuente y refrescarnos. Paco hasta remojó los zapatos ya que había metido los pies en el paso de un río con agua estancada bastante sospechosa unos kilómetros antes.

Y poco antes de llegar a Santo Domingo de la Calzada nos dimos cuenta de que Paco lo había vuelto a hacer. Hacía tiempo que no lo hacía, pero la cabra siempre tira al monte y Paco no podía ser menos. La verdad es que ya lo había hecho dos días antes, en nuestro paso por Zariquiegui, cuando se dejó la mochila en el bar donde almorzamos, pero por suerte la vimos los últimos en ponernos en marcha y se la llevamos. Pero esta vez no, esta vez se había dejado la mochila en la fuente de Azofra y no la vio nadie.

Tras pensar durante unos momentos dónde podía haberse quedado la mochila, enviamos a Juan con su bici eléctrica hacia la última parada que hicimos unos kilómetros atrás, antes de Cirueña para ver si estaba allí. Pero tras revisar minuciosamente las fotos hechas hasta ese momento vimos que ya no tenía la mochila justo después de Azofra, así que sólo quedaba buscar por internet el bar que había justo enfrente de la fuente. ¡Bingo!, la mochila estaba allí, así que mandamos a un taxi a recogerla y le encargamos que la llevase a Santo Domingo de la Calzada donde esperaríamos plácidamente tomándonos unos Gin Tonics y unos Brugales para celebrarlo. A todo esto eran las cinco de la tarde.

Ya nos hemos repartido los turnos para vigilar a Paco y revisar todos sus movimientos de aquí en adelante.

El resto del camino ya es sencillo, aunque vamos muy mal de tiempo y hay que apurar para no andar muy justos para la cena. Hoy no hemos comido mucho durante la ruta y vamos con hambre después de los 75 kilómetros.

Una última parada para sellar en Redecilla del Camino en el albergue municipal y donde nos llevaríamos una desagradable sorpresa. Es la primera vez, después de muchos años de Caminos de Santiago en que nos niegan un sello, simplemente porque no íbamos a dormir allí. «Órdenes» nos dijeron. Los sellos en el camino no se cobran, ni se niegan, simplemente se dan. Pensamos que es algo que no había que discutir y de hecho a quienes se lo hemos comentado nos ha reafirmado en nuestra idea. Pero como no hemos venido aquí a pelearnos con nadie, no importa, nos sellaron en el bar de al lado donde nos tomamos un café, pero la verdad es que la cosa es bastante cutre, por intentar ser suaves.

Llegamos a Belorado a las 19:30h con el tiempo justo de darnos una ducha y bajar a cenar.

Mañana nos espera el Cid Campeador.

4 comentarios

  1. Bueno al leer lo del camino accidentado me pense algo peor, lo de perder cosas en los viajes es muy fuerte, por suerte Paco la encontro, si el rste fue bien eso es lo que ganais, besos a todo el equipo de bicigrinos

  2. Solo se abren las primeras tres fotos, lo digo para que lo sepais por si hay algun problema

  3. Ayer os pusisteis finos de comer y hoy casi na. Es sin querer o a posta?
    Bueno lo importante es que van cayendo los kilometros sin problemas graves y con buen tiempo.Hasta mañana, saludos a todos.

  4. Lo de Paco está jecho a propósito. ¿De qué si no íbais a esperar con un gin tonic?

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