No teníamos previsto desayunar en el hotel, pero al final en el último momento pedimos un café para no tener que volver a parar.
Hoy empieza para nosotros una nueva aventura. Abandonamos el Camino del Norte en Ribadeo y tomamos el Camiño do Mar (Camino del Mar) que nos seguirá llevando por toda la costa hasta Ferrol.
Los primeros momentos son complicados, ya que el camino no es oficial, y aunque hay algunas flechas, puestas a nivel particular, de vez en cuando se pierden y nos complican la ruta. Llevamos dos tracks distintos, uno César y otro Paco, pero incluso con eso surgen discrepancias y dudas de por dónde tirar.
Vamos poco a poco hacia la Playa de las Catedrales, una de los lugares más visitados de Galicia. Es una playa con algunas formaciones rocosas con forma de arco y grutas que cuando la marea está alta están cubierta por el agua. Por eso hemos calculado que la marea estará baja sobre las 12. Llegamos a la Playa demasiado pronto, así que hacemos tiempo tomando un bocata. Sobre las 11 bajamos a la playa y aunque la marea no está baja del todo podemos pasear entre las rocas y entrar en algunas grutas.
Allí perdemos casi dos horas, y por fin volvemos a pedalear en dirección a Foz. Hoy casi toda la ruta circula cerca del mar, y vamos viendo todas las playitas, calas y entradas del mar desde cerca. El viento nos complica un poco la cosa, y aunque hace calor no podemos quitarnos las chaquetas en casi todo el día.
El único tramo en que nos alejamos de la costa fue la llegada a Foz. La ría no se puede cruzar más que por el interior, y tenemos que hacer un bucle largo que al final termina en la carretera. No es una carretera cómoda, porque hay mucho tráfico aunque el arcén es grande. Aún así no la usamos mucho tiempo.
Llegamos a Fox a la hora de comer y así lo hicimos. No tuvimos suerte con el lugar elegido, pero no siempre van a salir bien las cosas. Cuando sacan de la cocina una paella para cuatro en 5 minutos, algo no va bien.
Ayer a estas horas llevábamos más de 70 kilómetros y hoy sólo llevamos la mitad. Si queremos llegar a Viveiro tendremos que apretar, pero eso es difícil cuando hay tanta belleza a nuestro alrededor. Kilómetros de costa, playas y rocas que hicieron nuestras delicias. Una de las rutas más bonitas que hemos hecho. Además en muchos tramos teníamos la alternativa de tomar la carreterita de la costa o bien el sendero que iba en paralelo.
En Burela paramos a tomar un café rápido y seguir ruta. Todavía nos queda una tirada y empezamos a pensar en recortar la etapa. Poco después, en San Cibrao tomamos la decisión de quedarnos allí a dormir.
En este camino no hay red de albergues, y nos quedamos en la Pensión O Pazo, que bien podría pasar por hotel. Muy recomendable. Además justo en la esquina hay una tasca típica gallega, el Mesón A Bodega, en la que ponen unas raciones de lujo. Hemos triunfado hoy.
No conozco esa zona y melapunto. Tiene que haber sido un placer. Lástima que seáis tan lentos y viejecitos, porque en el mismo tiempo y el doble de kilómetros ya casi estaríais en Santiago. ¿O es que lo que pretendéis es quedaros eternamente de vacaciones biciperegrinas?
Kmpi