El reloj sonó a las 6, pero nadie le hizo ni caso hasta y media. Desayunamos en el albergue ya las 7 y media teníamos ya todo preparado y estábamos dispuestos para salir.
Camino de La Isla Juan pinchó aunque volvió a hinchar y pudo seguir. En Colunga en la primera parada tras 25 kilómetros reparamos el pinchazo y seguimos ruta.
Estamos alejados de la costa y además en Asturias, una combinación letal para las piernas. Pronto, en Pernús empieza un rosario de subidas que empiezan a machacarnos.
En Los Casares, antes de llegar a la carretera, nos separamos y José María que va delante se pasa el desvío y finalmente llega sólo a Villaviciosa. Los demás llegamos 20 minutos después tras haber seguido las flechas del camino.
En Villaviciosa de nuevo en Marcha entramos en una tienda de bicis para comprar un espejo para Paco que rompió ayer y justo cuando nos obamos, Juan se dió cuenta de que llevaba la partida sujeta por un solo tornillo. Suerte, porque allí mismo nos lo arreglaron.
Empieza lo duro del día, ya que tenemos que subir 400 metros y nos quedan apenas dos horas antes de que empieza el partido de España.
Nuestra primera idea era llegar hasta Gijón, pero nuestra empresa pronto fue reducida y decidimos ver el fútbol, siempre que nos diese tiempo, en Casa Pepito, al final de la larga bajada y justo antes de afrontar la última subida del dia.
Comimos durante el partido y nada más terminar volvemos a nuestras monturas para hacer ya por fin la última subida del dia.
Llegamos a Gijón a las 6 de la tarde, antes de lo previsto y fuimos a buscar el hotel La Polar no sin antes parar en la Playa de San Lorenzo a tomar unas fotos.
Como sentere Cañizares de Vuestro Peregrinaje os Excomulga: fútbol, playas y comidas no son comportamientos muy al uso para este Inquisidor del siglo veintiuno…
Un beso campeones, no parece que estéis sufriendo mucho, hasta mañana