Etapa 1. El Berrueco – Cercedilla

«O sea, ¿que te da pereza coger un autobús para llegar a Oviedo y no te da pereza irte en bici?

Eso me decía un amigo la semana pasada cuando le comentaba la nueva que tenía preparada. Salir desde casa en bici hasta Oviedo donde engancharía con mis compañeros de viaje para hacer el Camino Primitivo que este año tenemos previsto hacer a partir del día 7.

Un viaje en solitario de unos pocos días, pero que me permitirá hacerme una idea de cómo es viajar solo. Y además hacer uno de los caminos que me faltan, el Camino de Madrid, que como se dice: «en casa del herrero…»

Sonó muy pronto el reloj, sobre las 6:30, y a pesar de no haber dormido mucho esta noche nos levantamos sin hacernos demasiado los remolones. Tras un desayuno en casa, un último repaso y la despedida, a eso de las 8 ya estaba dando las primeras pedaladas.

Hace fresco, la chaqueta me acompañará durante casi dos horas. No estoy todavía en el Camino de Santiago, así que tengo que ir buscándolo en dirección Manzanares el Real que es donde se encuentran las primeras flechas para mí, aunque las flechas ya empiezan en Madrid capital.

Tras atravesar La Cabrera y llegar a Valdemanco por carretera tomo el primer desvío por camino de tierra en la vía del tren que pasa por dicha localidad. Estoy siguiendo un track del año 2005 de una ruta que hicimos con la gente del pueblo hasta Segovia, se me van viniendo a la memoria los sitios de aquella vez.

Voy por el camino pegado a la vía durante unos 20 kilómetros, a veces con zonas complicadas con vegetación descontrolada que tapa el camino, grava grande de la de los márgenes de las vías o con charcos que hacen que el camino no sea tan rápido como pensaba. Aún así avancé bastante hasta atravesar Miraflores de la Sierra donde abandoné la vía y tomé una vía pecuaria muy bien cuidada y en algunos tramos bastante rápida. Aunque ahora el desnivel empieza a notarse, tanto de subida como de bajada, algo que durante el tramo de vía no se daba.

En Manzanares el Real, empezó la fiesta, los caminos de flechas amarillas eran auténticas trialeras, single tracks que apenas dejaban pasar las alforjas entre los estrechos pasos que quedaban entre piedras, con escalones y zonas malas que te hacían bajar de la bici y tirar de ella, consumiendo mucho tiempo y fuerzas. La carretera no estaba lejos, pero hoy es domingo y esta zona es un hervidero de coches y gente que viene a los embalses y a disfrutar de la sierra, así que queda descartada esa opción.

Entre Manzanares y Mataelpino me adelantó el primer grupo de tres ciclistas de la carrera organizada por GAES: la Piligrim Race. Es un Camino de Santiago competitivo hasta Sahagún aprovechando las buenas pistas del recorrido y que luego terminan con un tramo no competitivo hasta Santiago.

Hasta Navacerrada me adelantaron los primeros de la carrera, unos 20 creo, luego paré en el pueblo para reponer fuerzas, porque llevaba ya 52 kilómetros casi sin paradas y sin comer nada. Un bocata y una cervecita después volví a mi montura para seguir en dirección a Cercedilla.

A la entrada del pueblo estaba instalado el arco de llegada de los participantes, que todavía seguían llegando. La verdad es que solo, lo que se dice solo no he ido esta etapa.

El parón del bocata me ha hecho perder algo de tiempo, aunque había que hacerlo porque las fuerzas empezaba a flaquear, así que pasado Cercedilla y tras alguna duda de si «me quedo», no «me quedo» decidí arriesgarme y seguir camino afrontando la mayor dificultad no sólo del día sino de todo el viaje: La Fuenfría. Más de 500 metros de desnivel, hasta los 1750 por pista de montaña. Ese no era el problema principal. Lo fue que primero siguiendo el track antiguo me encontré con una carreterita en contradirección que decidí no tomar, así que tuve que bajar lo ya hecho hasta ese momento. Por el otro lado la cosa no mejoraba, ya que me metí en una calzada romana de dimensiones ciclópeas, con adoquines enormes, muy separados entre sí y con una pendiente en subida inhumana. Tras tirar un rato de la bici unos senderistas que bajaban me contaron lo que me esperaba después de lo que se veía.

Por aquel entonces mi convicción flaqueaba más que mis piernas, había perdido casi una hora dando vueltas y estaba en el mismo punto, y sin saber cómo salir de allí. Tras una reunión de urgencia conmigo mismo decidimos quedarnos en el alberque que estaba un poco más abajo. Otra vez para atrás…

Buena decisión, ahora ya sé por dónde salir y mañana con la fresquita y las piernas recuperadas subir la Fuenfría no será tan traumático.

7 comentarios

  1. Pero que bruto eres. No se te puede dejar solo. Y encima nos eliminan

  2. Una etapa de valientes, pero tus pantorrillas deben ser de acero ya, un beso campeon hasta mañana

  3. Para empezar no esta mal, pero es una machada esa distancia y solo,te deseo la mayor de las suertes y que todo vaya bien.Besos

  4. Cariño eres el p… Amo. ¿A que clase de romanos inconscientes se les habrá ocurrido hacer una calzada romana sin pensar en los bicigrinos? que desconsideración.. Cariño me preocupa que ya en tu primera etapa te convoque a reuniones contigo mismo ¿estás seguro de que quieres continuar sólito? 😉 ILY

  5. David Aguilar Nácher

    Vamooooos, buena suerte!!

  6. ¿Valiente? NO .. lo siguiente !!!!
    «….tras una reunión de urgencia conmigo mismo » ¡EXCELENTE !
    ¡¡¡Animo!!!

  7. Cesarrrrr, como te temo!!!. Venga a ver si llegas cansadito jajaja. Cercedilla durante un tiempo casi era mi segunda casa. Bueno campeón dale duro, que tengo ganas de verte.

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