Etapa 1.- Burgos – Hortigüela

Nos volvemos a juntar para viajar juntos con Isabel y Paco, Carol y César. Con el tándem como es lógico. Ayer domingo quedamos en Burgos para empezar un viaje de seis días bajando hacia el sur hasta Burgo de Osma y vuelta a Burgos un poco más hacia el oeste.

Estando anoche en Burgos, esperando a nuestros amigos Ana y Javi se nos acabó en directo la ola de calor que nos llevaba azotando desde hacía semanas. A eso de las 8 cayó un chaparrón brutal y bajó la temperatura 10 grados de golpe. Hoy la temperatura se ha mantenido y parece que la previsión es que siga así al menos una semana más. Un lujo para estar en las fechas que estamos y empezando el viaje.

La salida de hoy incluso ha sido fresca, Isabel y yo salimos con chaqueta, aunque pronto nos la quitamos, pero a ratos se echaba de menos. De hecho nos cayó algo de lluvia repentina que nos obligó a refugiarnos a mitad de camino.

Salimos de Burgos por la Vía Verde Santander – Mediterráneo. Los primeros kilómetros asfaltados, y luego la pista bastante buena. A ratos se cerraba mucho de maleza y costaba ver incluso el trazado, por las retamas altas que se acumulaban a ambos lados de la vía y en el centro.

Aunque ya habíamos desayunado bien en el hotel, el segundo desayuno nos esperaba en Revilla del Campo, en Casa de Lucía, que como siempre no defrauda. Tuvimos que pararla porque se nos parapetó en la cocina y se quedó enganchada haciendo huevos fritos como para un regimiento. Chorizo, queso, morcilla, panceta… aquello era exagerado, pero al final pudimos con casi todo.

Seguimos ruta por la Vía Verde, y a medida que nos alejábamos de Burgos se volvía menos limpia y con más maleza. En algún tramo que teníamos cercana la carretera nos salimos volviendo a tomarla más adelante.

Finalmente viendo que la Vía no mejoraba cambiamos el trazado para entrar en Hortigüela por abajo en lugar de por arriba como teníamos previsto.

Después del desayuno de Lucía hoy nos saltamos la comida, nos echamos directamente un rato a descansar después de la ducha y tras un paseo por el pueblo, que está con la animación típica veraniega, fuimos a cenar y a dormir para mañana.