Etapa 3.- San Leonardo de Yagüe – Burgo de Osma

Esta noche ya se va notando la bajada de temperatura de los últimos días, y hasta hemos tenido que cerrar las ventanas para dormir y el aire acondicionado no se ha echado de menos. Y por la mañana hemos tenido que ponernos la chaqueta porque hacía frío. No ha durado mucho, porque después del desayuno en el mismo hotel empezamos a subir nada más empezar.

Varias subidas y bajadas más llegamos al mirador del Alto de la Galiana, ya que al no haber bajado todavía al cañón, aún no hemos perdido toda esa altura. Desde el mirador se puede observar toda la entrada al Cañón del Río Lobos y lo impresionante que es. Los buitres sobrevuelan mientras bajamos La Galiana hasta la entrada del Cañón. Allí nos volvemos a reunir con Paco e Isabel y nos meternos en el Parque Natural hasta la Ermita de San Bartolomé. Para ser miércoles está abarrotada de gente, y hoy hemos visitado la cueva hasta el fondo, cosa que no habíamos hecho nunca en la cantidad de veces que habíamos estado en ella.

Volvemos por nuestros pasos hasta el cruce del Camping y tomamos camino hacia Burgo de Osma, son 16 kilómetros llanos, con tendencia hacia abajo siguiendo el curso del Río Ucero. Salvo por que la pista está algo incómoda por la tierra y piedra suelta, es un recorrido fácil y rápido. Tras unas paradas en Ucero y Sotos del Burgo llegamos a Burgo de Osma tempranito para buscar un sitio para comer, que llevamos desde el desayuno sin nada en el cuerpo.

La verdadera aventura empieza ahora. Tras una ducha rápida bajamos a tomar el típico torrezno y unas cervezas antes de comer, y suerte que tuvimos, porque lo de comer se hizo complicado. Todo lleno, y lo que no estaba lleno es porque ya no tenían género. Ayer terminaron las fiestas y casi todo está cerrado, y lo que no está sin personal y agotados.

Un señor en el hotel se quejaba de la situación, y no le faltaba razón: si estáis ofreciendo plazas de hotel y luego no hay correspondencia en sitios para comer, algo falla. La escusa: que el personal está cansado y tiene que descansar. Bueno, eso a mí me parece bien, pero si estás ofreciendo un servicio no me puedes culpar a mí de que no haya personal para atenderlo. Tienes dos opciones: o cierras, o contratas más personal.

A nosotros se nos agravó la situación ya que cuando al final encontramos un sitio para comer aunque fuese un plato combinado, nuestra comanda se perdió entre el bar y la cocina y nos tuvieron una hora esperando por una comida que nunca llegó. Se generó una situación bastante incómoda y al final salimos de allí sin comer y tardísimo.

Afortunadamente la cena la planificamos mejor y a las 8 ya estábamos comiendo en Casa Engracia, que nos hizo olvidar en gran medida todo lo ocurrido anteriormente. El personal muy atento y amable y la comida muy rica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *