Último día de viaje y posiblemente la etapa reina. 65 kilómetros de carreteras y caminos rompepiernas y sobre todo que se empieza a notar que el calor vuelve a nuestras vidas.
No nos podemos quejar, la verdad, porque en todo el viaje no hemos tenido la necesidad en ningún momento de tirarnos a ningún río, fuente o acequia, lo cual es señal de que no hemos pasado un calor insoportable.
Desayunamos en el hotel y empezamos a pedalear sobre las 9 de la mañana, demasiado tarde para lo que nos espera, pero no había otra opción.
Los primeros kilómetros son fáciles aunque con repechos importantes que van machacando las piernas, y camino de Covarrubias nos encontramos una pared que ya se intuía en el perfil, pero que al verla nos hizo replantear un poco el trazado original. El tándem no sube por ahí, y nosotros casi a duras penas, eso sin contar que no se sabe lo que hay detrás, porque se adentra en un bosque un poco «denso».
Encontramos un camino cercano al río Arlanza que aparentemente es bueno, pero tras avanzar un poco se mete en ese bosque y se cierra y se complica demasiado. Paco e Isabel se dan la vuelta y Carol y yo lo intentamos un poco más pero finalmente también desistimos y volvemos para tomar la carretera hasta Covarrubias.
Allí nos esperan los del tándem para tomar un refrigerio antes de seguir a la carretera camino de Mecerreyes. Este trazado me es familiar, porque lo hice en 2022 camino de Burgos en solitario.
Salimos a la carretera N-234, que es un auténtico infierno de camiones, coches a toda velocidad y falta de respeto. Afortunadamente unos pocos kilómetros después, en Cubillo del Campo, dejamos la nacional y volvemos a caminos tranquilos dirigiendo nuestros pasos a Los Ausines, donde cerraremos el círculo de nuestro viaje, y lo que nos queda hasta Burgos lo haremos por el mismo camino que la ida.
Este tramo se hace eterno, y el calor aprieta, y empieza a hacer hambre. Decidimos parar en Cardeñadijo donde la oferta para comer es bastante más variada que lo que hemos tenido hasta ahora.
Después de comer hacemos los apenas 10 kilómetros que nos quedan hasta Burgos donde finalizamos en la Catedral a modo de fin de viaje.