Le ganamos media horita más al reloj esta mañana y a las 7 ya estamos esperando a que nos den de desayunar en el albergue A Santiago de Belorado. Después de quitarle un poco el polvo a las bicis y engrasarlas un poco empezamos a pedalear hacia Villambistia.
Fría mañana de nuevo que nos hace parar a los más atrevidos nada más salir a ponernos hasta los guantes largos.
Hoy nos espera una etapa corta aunque dura y además queremos llegar pronto a Burgos. La primera parada la hacemos en Villafranca de Montes de Oca, casí por necesidad, porque a partir de ahí empieza lo duro de la etapa y hay que rellenar el depósito en el mismo bar de siempre: El Pájaro.
A partir de ahí empieza lo duro ya que tenemos que ganar más de 200 metros de desnivel en apenas 3.5 kilómetros. Sumados a otros 200 que llevamos desde Belorado.
Subiendo a la fuente de Mojapán Luis tuvo una pequeña caída sin mayor importancia que le lleva al suelo, aunque le deja un bonito recuerdo en la rodilla.
Durante la larga y rápida bajada hasta San Juan de Ortega José María y yo empezamos a poner a prueba la bici eléctrica de Juan, y hasta hubo tramos en los que no pudo seguirnos ya que a partir de los 25-3o kms por hora el apoyo eléctrico ya deja de funcionar. Es el único terreno donde podemos con él.
En San Juan el grupo se divide en dos; Juan y yo nos vamos por Atapuerca hasta Burgos mientras que los otros tres toman la alternativa por Ibeas de Juarros. La alternativa por Atapuerca tiene la dificultad añadida de que hay que subir hasta la Cruz de la Sierra, con un terreno muy pedregoso donde hay que poner pie a tierra en varias ocasiones, y un primer tramo de bajada hasta Burgos muy técnico y complicado.
La alternativa por Ibeas es más constante, te deja en la carretera principal de entrada a Burgos y a continuación un largo llaneo hasta la ciudad.
Nada más separarnos compartimos en el grupo de Whatsapp nuestras ubicaciones en tiempo real para encontrarnos en Burgos, pero todos sabíamos que eso era una declaración de guerra desde el minuto uno. Así que todo se convirtió en una carrera contrarreloj para ver quién llegaba antes a Burgos. Todos sabíamos dónde estaban los demás.
Juan y yo hicimos nuestro primer tramo con paso por Agés y Atapuerca y el posterior tramo de subida hasta la cruz a un ritmo endiablado. Le estábamos ganando la partida a los otros tres, y cuando José María en el grupo de abajo vio que se le complicaba la cosa se separó de su grupo y tiró como un diablo para recuperar terreno. Como niños íbamos dándolo todo durante los más de 20 kilómetros que nos separaban de nuestro destino.
Finalmente y casi de forma cronometrada llegamos al centro de Burgos a la vez, con apenas unos metros de ventaja de José María. Como cabras, oiga.
Hoy además ha sido un día de agradables reencuentros. Por casualidad encontré a Mila, una amiga de nuestro grupo de excompañeros de EDS y que fue un alegrón encontrarla. Luego por la tarde nos encontramos con nuestros viejos amigos Julián y Javi con los que hemos compartido algunas aventuras ciclo viajeras años atrás.
Las fotos ya se abren, pero la hora esta mal, repasalas y lo veras.
por lo demas, vais bien, lo pasais pipa, ya veo que estais como niños, un abrazo chicos y buen camino mañana
Dejad un poco de Camino palosque vengan detrás, coslovaisacabar…