Hoy tenemos un invitado especial que rodará con nosotros más de media etapa. Anoche entre cubata y cubata surgió la típica conversación: «no hay huevos de venirte con nosotros en la etapa de mañana»…. «¿que no hay huevos? ¿que no hay huevos?». Así que a las 7 de la mañana Julián estaba como un clavo en el bar de enfrente del Albergue de Peregrinos tal y como habíamos quedado.
Como siempre Julián llega con su equipación clásica: bici de 70€, bañador y chanclas, consiguiendo que los piji-bikers nos sintamos algo más humillados. Así se ha hecho hoy 90 kilómetros de ida y vuelta para acompañarnos medio día. Y aguántale el ritmo si puedes.
Salimos de Burgos por detrás de la catedral como en 2015. Anoche hubo mucha marcha en la ciudad y aún hay restos de los botellones que aún están recogiendo los servicios de limpieza. Y aún quedan algunos chavales por ahí en avanzado estado de graciosez.
Estamos en Castilla, y los pueblos son más escasos que en Navarra y La Rioja. Tardajos es nuestro primer paso, luego Hornillos, Hontanas donde paramos a comer algo y finalmente Catrojeriz donde se da la vuelta Julián. Cada pueblo son unos 10 kilómetros de distancia entre uno y otro y hace que rodar se haga más monónoto que hasta ahora.
Tras despedirnos de nuestro amigo afrontamos la última dificultad seria de nuestro viaje: el Alto de Mostelares. Una dura subida de 150 metros de desnivel en apenas 1.5 kilómetros de distancia. Desde Castrojeriz se ve todo el camino dibujado en la ladera de la montaña que tenemos que superar, recto, constante y amenazante para los cuatro que vamos a pelear contra sus más de 10% medio de desnivel.
Paco se va por carretera por Matajudíos, un poco más largo pero sin subidas ni bajadas. Hace calor, por lo que la subida se hace más dura si cabe. Aún así los tiempos de subida son muy similares a los de 2015: 13:40 hoy y 13:20 aquel año.
En la cima volvemos a ver a los dos de Porriño que vienen por detrás y que llevamos días encontrándolos y esta vez puede ser la última vez que nos veamos porque ellos hacen hoy unos kilómetros más y mañana llegan a León, así que nos hacemos una foto con ellos de recuerdo. Buen Camino chicos.
Cambiamos de provincia y entramos en Tierras de Campos, en Palencia. Paramos a comer a eso de las 2 en Boadilla del Camino como la última vez y esta vez hasta nos echamos una siesta en el agradable césped del Albergue. No hay prisa, sólo nos quedan 5 kilómetros por delante, así que nos recreamos con la sobremesa.
Cuando llegamos al Canal de Castilla, que recorreríamos durante los últimos kilómetros hasta Frómista empezamos a sufrir los ataques de los mosquitos. Hace un par de días que hace calor y están saliendo todos a la vez y están desesperados, y tienen desesperados al pueblo. Hay una auténtica plaga que hace que estar en la calle sea imposible, así que prontito a la cama que mañana hay más.
Los huevos, mejor con chorizo y fritos con puntuilla…