Etapa 5.- Manzanares – Almagro

Yo sé la receta de un bálsamo, con el cual, si nos viéramos en alguna ocasión en que nos hicieran pedazos, nos bastará con untar los pedazos con él, y antes que se pase el Credo, estaremos más sanos que una manzana

Hoy parece que el día da una tregua con la lluvia, pero para nada con el frío. Francamente no veníamos preparados para esto. Paco e Isabel guantes cortos, Carol guantes largos pero finos, yo pantalones cortos. Y gracias que siempre echas en las alforjas cosas de más que piensas que nunca vas a usar, pero esta vez hemos usado todo. Yo pensaba que me estaba pasando con un forro polar y un plumas, pero nada de eso, estoy usando las dos cosas a la vez desde hace días cuando salimos después de la bici.

Hoy la etapa es muy corta, apenas llega a 40 kilómetros recorriendo gran parte del Camino Real de Alicante, y la suerte que hoy el barro no nos a sorprendido, pero el viento constantemente en contra otra vez, y frío, mucho frío casi toda la etapa.

Y llano, todo llano. Durante un tramo de 20 kilómetros bajamos la friolera de… 20 metros. Y claro, con semejante desnivel no puedes dejar de pedalear ni un instante, y con el viento en contra, pues menos.

Sólo hicimos dos paradas en toda la etapa, una en la Venta de Borondo, una antigua posada cervantina declarada como Bien de Interés Cultural, que aunque en ruinas en muchas de sus estancias, aún conserva toda su planta y estructura.

Una parada más en Bolaños de Calatrava donde medio hicimos el desayuno que no hicimos esta mañana y continuamos ruta hasta Almagro, donde dormimos hoy. Después de comer visitamos el Corral de Comedias, visita obligada, el Convento de la Asunción de Calatrava y la Casa-Palacio de Juan Jédler (Palacio Fúcares).

Y para rematar vimos la procesión de Jesús Rescatado antes de irnos a dormir. La lluvia ha hecho acto de presencia durante la tarde-noche. A ver si mañana se cumplen las predicciones y tenemos suerte camino de las Tablas de Daimiel.