Anoche cambiamos los planes sobre la marcha durante la cena, y ya que no habrá ningún sitio para desayunar en Peñaranda, porque los bares o no abrirán o lo harán demasiado tarde, salir a primera hora. Dado el frío que está haciendo por las mañanas a primera hora son las 8, tampoco nos volvamos locos ahora.
Salimos pertrechados con chaquetas y guantes porque estamos por debajo de los 9 grados. A todo esto, la idea es recortar al máximo el tiempo de la etapa para llegar a Santo Domingo de Silos a buena hora para celebrar el 49 aniversario de boda de Paco e Isabel, que es justo hoy.
Pero claro, algo hay que tomar, aunque sea poca cosa, así que vamos buscando algún pueblo con una cafetería… 25, repito VEINTICINCO kilómetros después, en Huerta del Rey encontramos la primera cafetería. Y aún así tuvimos que esperar a que abriesen porque sólo había una que abriese a las 10 de la mañana, hora a la que llegamos a Huerta.
Eso sí, mereció la pena, porque «la barra del único bar que vimos abierto» estaba repleta de cosas ricas. Aún así no comimos demasiado, aunque nos quedaban por delante otros 25 kilómetros.
Todo lo que llevamos hasta ahora era subida, aunque suave, subida al fin y al cabo y a partir de ahora además se complicaba un poco por el terreno pedregoso y suelto que alguna vez hizo a Paco e Isabel echar pie a tierra con el tándem.
Hasta el Desfiladero de la Yecla fue un continuo sube y baja rompepiernas con terreno irregular.
Llegamos a Santo Domingo de Silos antes de las 12 de la mañana y hasta tuvimos que esperar a que nos preparasen las habitaciones. Una ducha y a las 2 abajo para ir al pueblo a comer y celebrar el día como merecía: un lechazo de la zona y una buena botella de vino, como tiene que ser.
Felicidades parejita, uno honor haber compartido con vosotros este día tan especial. Que sean muchos más y los podamos ver juntos.