¿Quién no se ha puesto alguna vez en una cola sin saber para qué era la cola?, pues anoche, buscando un sitio para cenar algo nosotros lo hicimos. Pasamos por la plaza de Victor Hugo, en Toulouse y vimos no una cola… un colón en la puerta de un restaurante llamado l’Entrecot, y allí que nos pusimos en la cola sin saber porqué, ni qué nos esperaba dentro, ni nada de nada. Minutos después abrían las puertas del restaurante y entraba la primera oleada de gente entre los que estábamos nosotros cuatro. No es que estuviésemos cerca del principio, es que el restaurante era inmenso. Nada más sentarnos nos preguntaron si queríamos la carne muy hecha o poco hecha… no hay más preguntas…. y empezaron a salir de la cocina bandejas y bandejas de entrecots y platos y platos de patatas fritas como para una boda. Resulta que estuvimos en un local muy conocido sin saberlo, y que en internet, como con todo hay división de opiniones. La comida bien, no como para hacer cola, la verdad, y los precios tampoco es que fueran muy del otro mundo, pero en general fue divertido y mereció la pe
na. Cuando salimos de comer todavía había cola fuera esperando para coger mesa… ¡de locos!.
Por el canal del Garonna
Hoy nos levantamos algo más pronto, porque hay más kilómetros que hacer. La salida de Toulouse, como todas las grandes ciudades es un poco liosa, y eso que tenemos como referencia el canal que seguimos en todo momento.
El trazado sigue siendo una pista asfaltada y tiene pinta de seguir así hasta Ages, por la cantidad de ciclistas de carretera que nos cruzamos. Así fuimos avanzando y los kilómetros cayendo hasta que a eso de las 11 justo cuando pensábamos parar a tomar algo con más de 28 kilómetros recorridos empezó a llover, durante un rato fuertemente. Paramos en Pompignan a resguardarnos un poco y a tomar una «Mirinda»…
Seguimos ahora parando en casi todos los pueblecitos del trazado buscando algún sitio abierto para comprar la comida. Hoy es lunes, y parece que no abren demasiados comercios. Al final encontramos un pequeño super donde compramos algo de queso y pan.
Llegamos a Castelsarrasin sobre las cuatro, mañana afrontamos el último día de este viaje.