Nos levantamos tarde y salimos sin desayunar. Y hoy nos enfrentamos con una de las más grandes y la última dificultad del Camino.
Carol y yo tomamos la carretera interior mientras Paco e Isa toman la de Piedrafita. Mis cálculos fallaron en cuanto a la situación del bar para desayunar, y hasta Laguna de Castilla no paramos a tomar nada. Cuando ya sólo quedaban 200 metros de desnivel.
Justo cuando salíamos de Laguna nos llamaron Paco e Isa para decirnos que ya estaban arriba, en O Cebreiro. Allí fuimos a tomar algo y seguimos con tranquilidad bajando.
La alegría de la bajada pronto se torna de nuevo en sufrimiento, esta vez además acompañado de toda la ropa que nos hemos puesto que pronto desaparece.
En el Alto del Poio le doy nuestra cubierta de repuesto a una pareja de Vic, que lleva la suya delantera con un huevo peligroso.
Bajando me metí por el camino lateral de la carretera y pronto me di cuenta de que mi rueda se estaba deshaciendo. Casi 10 radio tuve que apretar. Suerte que me di cuenta. Reparando en la carretera pasaron los de Vic y me ayudaron a reparar.
Me volví a meter por camino y esta vez sí disfruté de la bajada hasta Triacastela. Nos volvimos a juntar todos en Samos donde tomamos unas tortillas.
Llegamos pronto a Sarria donde nos encontramos con todos nuestros amiguitos de ruta.