Hoy de nuevo amanece lluvioso aunque no tanto como ayer. Desayunamos en el mismo alojamiento y empezamos ruta volviendo por nuestros pasos hacia el puente para tomar el Camino del Mar, que nos dejará una hora después en la Playa de las Catedrales. La idea es llegar allí sobre las 9:21 que es cuando la marea está completamente vacía, así que no hemos madrugado demasiado.
La playa de las Catedrales bien merece la pena dedicarle un buen rato. Pese a ser pronto y entre semana, está hasta arriba de turistas y de autobuses de escolares. Bajamos a la arena para pasear entre las piedras y contemplar esa maravilla de la naturaleza bien de cerca. Aprovechamos para tomar algo y seguir ruta sin volver a parar hasta la comida.
En lugar de volver otra vez a Ribadeo para seguir por el trazado del Camino del Norte, atajamos por la N634 en dirección a Lourenzá. Nos llevará una hora larga, pero volveremos a nuestra ruta sin perder más tiempo.
Empiezan las dificultades orográficas del día, una primera subida de 230 metros y su posterior bajada nos dejan en Mondoñedo. César opta a partir de Lourenzá de tomar todos los caminos posibles, a pesar del agua, tanto por arriba como por abajo. Más adelante, a unos 5 kilómetros de Mondoñedo, José María se une a César pero sus ruedas lisas le obligan a volver a la carretera; el camino está demasiado húmedo y resbaladizo y es un riesgo innecesario. César continúa por camino.
En Mondoñedo, sobre las dos de la tarde nos volvemos a reunir todos y comemos algo, que ya llevamos más de 50 kilómetros y aún quedan unos 30 más por delante.
La salida de Mondoñedo es muy exigente, y las piernas ya están castigadas, así que poco a poco vamos ganando altura para alcanzar en algo más de 10 kilómetros los 560 metros de altura a los que está Abadín. El camino va casi todo el tiempo por una carretera comarcal muy tranquila, y cuenta con subidas duras aunque salpicada de pequeños descansitos y bajadas que permiten refrescar los músculos periódicamente. Aún así hay que subir, y eso hacemos.
César sigue los caminos y antes de llegar a la cima nos separamos todos y nos volvemos a reencontrar en Abadín sobre las cinco de la tarde donde paramos a refrescarnos para seguir la última contrareloj del día. Hace frío, la lluvia fina sigue cayendo de manera intermitente y el día se oscurece por momentos.
Tenemos 17 kilómetros aún por delante, y ahora además hay que sumar el viento de cara. Intentamos hacer los 17 kilómetros todos juntos para resguardarnos del viento y que se haga menos duro para todos. Llegamos a Villalba sobre las 7 de la tarde, con tiempo suficiente para ducharnos y bajar a ver el partido de España-Turquía que empieza a las 9 mientras cenamos algo.
Día duro y completito.
Un viaje malisimo y que vais a llegar enguachinnaos (traducelo a los amigos jajaja) ahora acaban de dar una noticia de una chica peregrina que ha desaparecido, creo que Alemana, asi que ir juntos que la union hace la fuerza, un abrazo y ya estais llegando campeones