Nos levantamos hoy muy temprano y desayunamos un par de sobaos y un vaso de leche en el mismo albergue. Mientras estamos montando las alforjas está cayendo una fina lluvia. Aún así no tiene pinta de ir la cosa a más.
Tiramos en dirección al Penal del Dueso, sólo de paso, y el terreno nos permite avanzar bastante durante el principio de la etapa.
El terreno es muy llevadero y antes de la primera parada ya estamos en Güemes donde pasamos a sellar por el albergue del Abuelo Peuto. Esta vez por fin hemos conocido a Ernesto que dirige el albergue y echamos un rato charlando con él.
Seguimos ruta hasta Somo donde paramos a desayunar como campeones en el «Culé» justo antes de llegar al pueblo.
Cruzamos en barco hasta Santander, sin rastro de lluvia y con un sol «espatarrant». Salir de la ciudad como siempre se hace largo. Nos quedan unos 35 kms hasta Santillana del Mar que hoy sobre la marcha y viendo que íbamos bien de fuerzas y de tiempo decidimos que fuese nuestro fin de etapa.
Por el camino decidimos cortar por las vías del tren, ya que nos ahorramos 10 kms y se pasa enseguida. Eran las dos y paramos a tomar un refresco en el bar de la Estación. Los efluvios evocadores que salían de la parrilla nos obligaron a comer aunque no queriamos.
Tras 20 kms más de subidas y bajadas llegamos a Santillana del Mar con tiempo suficiente de alojarnos en el camping y hasta darnos un chapuzón en la piscina.
Otra etapa superada con éxito por José María, que va tirando bien, aunque todo el tiempo llevando desarrollos cortos y sin levantarse del sillin. Por lo demás muy bien, tras más de 70 kilómetros todo está en orden y preparados para mañana.
Con la pinta de salteadores de Caminos en la primera foto, no entiendo cómo no se os han quedado en el Dueso…
Muy bien bicigrinos ¡ahí ahí dejando bien alto el pabellón! besitos y ¡aupas! a tutiplén