Para nuestra sorpresa el desayuno de hoy estaba incluído en el precio de la habitación, que ya de por sí era barato. El hotel Montecarlo, 39€ la habitación doble con desayuno. Ahora empezaba a encajar la insistencia de la recepcionista de que desayunásemos antes de irnos.
A las 8:25 empezamos a pedalear en dirección a la muralla para atravesar Lugo por su interior, pasando por la Catedral y saliendo por la entrada opuesta en dirección al Río Miño para cruzarlo y seguir el camino.
La salida de la ciudad ya empieza haciéndose dura por las urbanizaciones y viviendas de las afueras que son todas cuesta arriba. En esos primeros kilómetros empezamos a reconocer las caras de los peregrinos que íbamos pasando y que ayer durmieron en la ciudad y que ya habíamos visto el día antes durmiendo en Cadavo. Ayer prácticamente todos hicieron andando los mismos kilómetros que nosotros, aunque seguramente se rieron menos.
Hoy todos vamos por camino 100% salvo algún despiste, pero por esta zona ya se nota que los caminos están cuidados con mimo. Hoy concretamente nos hemos encontrado varios operarios de jardines cortando setos, quitando helechos, acondicionando arcenes o asfaltando con grava algunas zonas.
Después de ganar altura en los primeros kilómetros de la etapa la mantuvimos durante gran parte de la misma con contínuos sube y baja por los montes lucenes. El terreno era bueno y las subidas casi no se hacían notar.
Cuando ya habíamos pasado a todos los peregrinos conocidos nos encontramos con un tipo peculiar. Un americano que estaba haciéndose un regalo por su 60 cumpleaños: cumplir su sueño de hacer el camino. Ha elegido el Primitivo porque necesitaba la tranquilidad que no ofrece el camino Francés. No es que el Primitivo sea un solar abandonado, aquí hay muchísimos peregrinos, y más en esta época del año, así que no quiero imaginar cómo estará el Francés en estos días.
Will, que así se llama, es fotógrafo profesional y carga con una cámara que pesa más que la mochila, con un objetivo brutal que cualquiera se pensaría muy mucho en llevar a un camino como este. Pero es su pasión y sarna con gusto no pica. Estamos nosotros para hablar de cargar con cosas.
El caso es que nos sacó unas fotos buenísmas subiendo la cuesta en la que él se encontraba y nos paramos a charlar con él. Juan, nuestro relaciones públicas, sacó su inglés para que pudiésemos mantener una conversación más o menos fluída con él. Tras un rato de charla nos intercambiamos emails y datos y seguimos ruta.
Estábamos ya buscando un lugar para tomar algo porque llevábamos unos 35 kilómetros y aún nos quedaba media etapa así que sabíamos que volveríamos a verlo como efectivamente así fue. A Will no hace falta invitarlo, es un tipo que enseguida se presta a la charla y a las bromas y se sentó con nosotros y compartimos con él el tortillón que nos prepararon en el Bar Ferreiro al paso de la aldea de mismo nombre.
Seguimos de charla y estuvimos un buen rato que aprovechamos para descansar para retomar la ruta a continuación.
Aquí volvemos a ganar de nuevo altura, con varias subidas consecutivas que nos llevan a casi los 800 metros de altitud, pasando por el alto de Careón. Tras una larga bajada llegamos a Melide pero esta vez ni paramos. Ni pulpo ni nada… zumbando hacia Arzúa.
En la salida de Melide, eso sí, paramos en un puestecito llamado «El pequeño oasis» para comer algo de fruta que nos vendría de perlas para hacer los últimos kilómetros que nos quedaban.
Ya no paramos hasta Arzúa, donde llegamos sobre las 5 de la tarde, y tras subir varios duros repechos que completarían los aproximadamente 65 kilómetros de la etapa de hoy.
Para cenar hoy toca Pizza, en nuestra pizzería de siempre, pero para nuestra sorpresa cambiaron de dueño hace poco. Según nos han dicho lleva un par de años cerrada, la última vez que estuvimos fue en 2015 y la han vuelto a abrir unos italianos hace apenas unos meses. Todo ha cambiado: la decoración, el personal… y las pizzas. No era lo que íbamos buscando pero a decir verdad hemos salido muy satisfechos. Y es que hoy además veníamos con hambre.
Por que paisajes más bonitos habéis pasado, tenían mucho verde.
Y cuántos kilómetros os habéis hecho! Ya os queda poquito! : )
Besos.
Ayer con tanto futbol termine cansada y me fuy a la cama sin entrar en el ordenador, pero quiero que quede constancia de que lo lei, va todo sobre ruedas segun veo y leo, un besote mi niño
Ya queda menos . por lo que leo la etapa ha sido trankilita. Las fotos son estupendas con que maquina estan sacadas?.Un abrazo
Pues son todas de móvil, la única cámara de verdad que había era la de Paco, pero casi siempre usamos en el blog las de Movil