Etapa 3 – Burgo de Osma – Medinaceli

Hoy desayunamos en el mismo hotel, aunque no de buffete como estaba previsto porque no se abre hasta más tarde. Así que un café y un bollo y tirando.

Hoy la etapa tiene un perfil endiablado, siempre tendiendo hacia arriba, con subidas duras y bajadas rápidas, con mucho desnivel y con el calor que ya se ha quedado a vivir entre nosotros.

Empezamos bien la etapa, mejor que ayer, y antes de las 10 ya tenemos recorridos 25 kilómetros, aunque lo peor está por llegar.

Llegamos a Gormaz y a medio día a Berlanga de Duero donde paramos ha hacer avituallamiento en el bar de la plaza. Unos torreznillos de la zona, qué menos.

Por el camino vamos buscando zonas para poder refrescarnos, y encontramos el paso del río cerca del camino que llevábamos y allí que fuimos a meternos de cabeza, y casi literal.

Hasta aquí todo había sido un paseo, pero empieza lo duro, y hasta Barahona tenemos que subir varias rampas y finalmente, tras pasar por Bordecoréx afrontamos la subida dura del día.

Llegamos a Barahona y paramos a comer antes de afrontar los 26 kilómetros finales, pero cuando íbamos a salir, José María y Luis ya tomaron camino y Paco y yo notamos que su rueda trasera estaba sin aire. Intentamos sin éxito hincharla, pero el líquido antipinchazos había bloqueado hasta la válvula, así que no entraba aire.

Para quitar la cámara hubo que desenroscar la válvula interior para despejar la entrada de aire, pero ésta se rompió, dejando inservible la cámara.

Tras dar muchas vueltas sustituimos la válvula de una cámara hacia la otra y así después de más de hora y media de parada pudimos reparar, montar todo lo que desmontamos y seguir camino hacia Medinaceli, donde ya estaban los otros dos casi llegando.

Una parada más en Yelo (donde ya habían parado José María y Luis hace rato) para refrescarnos un poco y a eso de las 20:00 estábamos ya en destino, cansados, doloridos y sedientos.

Mañana hay mucho que reparar, a ver si da tiempo de todo.