Etapa 1.- Oviedo – Salas

Cambio de ruta, cambio de horario. Somos más y hay que organizarse de otra forma, y eso incluye ser un poco más estrictos en los horarios. Así que a las 6:45 ponemos los despertadores, para tenerlo todo listo a las 7:15, guardadas las cosas en el coche y desayunar para empezar a pedalear.

A las 8 estábamos ya en marcha. La salida de Oviedo no fue tan complicada como imaginábamos, a pesar de ser martes. Y enseguida estábamos afrontando ya las primeras rampas de bajada para empezar a subir el Escampleru. Con el recuerdo fresco de ayer, la subida al Escampleru fue bastante más fácil que lo que hice ayer en dirección contraria.

Una vez superado el alto volvemos a bajar y comenzamos un largo llaneo por el río Nalón, hasta el puente de Peñaflor, que nos sigue llevando llaneando hasta Grado.

Allí, parada obligada a degustar los tocinos de cielo, que ya va haciendo hambre, aunque se nos va a juntar el hambre con las ganas de comer, porque tenemos previsto parar un poco más adelante para almorzar en Cornellana. La idea era comer pronto, y poco para que no se nos junte con la cena, que ahora hablaremos de ella. Al final en Cornellana sólo tomamos algo rápido para afrontar lo que nos quedaba, que no era poco.

Mientras comíamos empezó a llover, y bastante. De hecho abrimos debate de si llamábamos al Nene para que viniera a buscarnos. Junto a la lluvia se nos unió el viento, y el frío. Un café y un chupito después vimos el cielo abierto, y nunca mejor dicho, y aprovechamos para salir de nuevo a pedalear como si nada.

José María y Luís, posiblemente envalentonados por los efluvios de los chupitos, tiraron por camino. Paco y yo, tiramos por carretera. La carretera en principio no parece muy buena opción, hay muchos camiones, y la visibilidad no es muy buena con la lluvia. Aún así nos Paco y yo nos hemos quitado la peor parte de camino malo, y pronto volvemos al track. José María y Luis al principio venían detrás nuestra con mucho atraso pero poco a poco iban comiéndonos la ventaja.

En Salas paramos a unirnos todos para afrontar el final de la etapa. Dicho así parece poca cosa, pero nos quedan unos 400 metros de desnivel en un terreno que no es fácil. Además nos ha vuelto a empezar a llover, esta vez con fuerza y terminamos la etapa llegando a la casa rural cada uno por su cuenta, todos desperdigados y como bien pudimos.

Esta noche, aprovechando la casa, hemos mandado al Nene a hacer compra para la barbacoa: un poco de pollo, unos chorizos, un poco de vino y unas patatas, y ya teníamos la fiesta montada.

Y aquí estamos todavía de sobremesa, y preparando la etapa de mañana, que viene buena.

3 comentarios

  1. Bien, una etapa completita. Que paisajes mas guapos. Bueno chavales a por la siguiente. Vamosss.

  2. Que recuerdos mas bonitos que tengo de este camino. (fue mi primer camino)
    Mucho ánimo chicos que el tiempo os acompañe
    Una abraçada.

No se admiten más comentarios