

Gracias a que anoche para ver el partido, compramos unas cosillas que nos vinieron bien a medio día: un poco de chocolate, algo de embutido y un poco de pan.
Con eso aguantamos hasta medio día, y en Orea, después de subir el duro puerto que nos llevó al pico más alto de la ruta (1650m), paramos a tomar una cerveza y un helado.


Hoy ha hecho muchísimo calor y tras ducharnos y dar una vuelta por el pueblo volvimos al hostal para dormir un poco. Gracias a que Carol me llamó por teléfono, porque no nos hubiésemos despertado hasta las tantas. Aún así nos despertamos a las 22:00, con tiempo justo para cenar y volver a la habitación.


