Hoy nos permitimos el lujo de levantarnos media hora más tarde, y desayunamos en el bar de la plaza. A las 7 y media ya estamos en marcha.
La primera dificultad es buscar el track, que está en todo lo alto del pueblo, nos pasamos y tenemos que volver por nuestros pasos. En ese punto nos separamos pensando que no íbamos por el mismo camino, aunque realidad Paco y Juan venían por detrás.
En Mures nos volvimos a reagrupar, pero duró apenas unos metros ya que Paco tiró por la carretera a la salida de pueblo.
En la finca «La Huelga» nos salieron unos siete perros a recibirnos amablemente aunque ya estábamos advertidos. El camino pasa por dentro de la finca y tiene servidumbre de paso, pero al dueño no le gusta y pone algunas trabas a los transeúntes.
La salida de la finca tiene un dificultad más, ya que está cerrada la puerta con un gran candado. Tras unos momentos de indecisión nos dimos cuenta que el candado no estaba cerrado, sino atado con una cuerda.
Seguimos por el camino hasta el siguiente cruce de carretera donde apareció Paco para unirse al grupo de nuevo.
Así ya fuimos hasta Moclín, parando antes en la fuente de Malalmuerzo a repostar agua, ya que nos queda una dura subida.
Llegamos a Moclín a las 11 de la mañana, y hoy tendremos todo el día para relajarnos. Etapa corta pero entretenida.
Chicos no ir por la carretera, es muy peligroso, han soltado a todos los locos y andan dando golpe a los ciclitas, ayer cayo otro, me muero de miedo cuando vais por carretera, un abrazo y cuidadin
Sigue la persecución, los taquesta que iban a Catalunya se unen en el sur para encontrar a 3 ciclistas que se esconden oír caminos, saltándose prohibiciones, rompiendo candados de paso en fincas privadas, cuales maquis en la guerra del 36. Se ruega no salgan a la calle mujeres menores de 85 años, ni beban agua de fuentes públicas. Ah, ya hay sedición por parte de uno de los delincuentes; este va por carreteras secundarias. Se acercan a tierras de Boabdil el Chico, que ya llora en la Alhambra la pérdida de la ciudad.