Nochecita toledana la que hemos tenido hoy. En el albergue dormíamos hoy 6 personas: 2 matrimonios, otro caminante y yo. Los dos matrimonios venían juntos y cogieron una habitación y nosotros la otra.
Me desperté por los ruidos que estaban haciendo en la otra habitación y pensé que ya había amanecido y lo poco que me había cundido la noche. Miré el reloj y eran las tres y pensé que se me había desconfigurado el teléfono. Ante la persistencia de los ruidos me levanté para ver qué pasaba, resulta que llevaban un par de horas matando chinches en la otra habitación y estaban sacando todo fuera: ropa, mochilas… A una de las peregrinas le habían acribillado las chinches.
Miramos en nuestra habitación por si había y afortunadamente no había ninguna, estaba limpia. Nosotros seguimos durmiendo junto a uno de los peregrinos de la otra habitación que se vino a la nuestra mientras los demás llamaron a la hospitalera para que viniese. Entre los cuatro pusieron varias lavadoras y pusieron la calefacción para poder secar la ropa durante toda la noche.
A las siete me levanté y aún seguían doblando y organizando ropa. Habían metido las mochilas en bolsas de basura grandes para fumigar por dentro y cerrarlas para prevenir en lo posible la propagación de los insectos.
La hospitalera había organizado el medio para llevarlos a la siguiente etapa en coche para que pudiesen descansar hoy y que pudiesen seguir camino mañana por lo menos.
Yo me puse en marcha sobre las 8 desayunando el sobre de gel de frutas que me quedaba. A partir de Pajares es todo bajada hasta Campomanes, el primer pueblo donde hay al menos un cajero y poder volver a comer algo. Allí mismo desayuné y justo en ese momento el resto del equipo estaba ya en la estación de Sans para tomar el tren que les llevaría al aeropuerto de Barcelona.
Hasta Campomanes bajé por la nacional, la única forma que había de bajar el puerto, ya que el camino no era una buena idea porque los desniveles y las piedras que hay sumados a la niebla espesa hacían que no fuese una opción a tener en cuenta.
A partir de aquí sigo bajando ahora poco a poco hasta Mieres, por carreteritas secundarias de aldeitas, caminos rurales y carriles bici a lo largo del Río Lena. El desnivel que se pierde es muy progresivo y eso hace que el pedaleo sea fácil y los kilómetros caigan a buen ritmo.
Después un pequeño puerto de unos 150 metros de desnivel hasta El Padrón y después bajada hasta Olloniego donde el camino continuaba por un senderito con un desnivel inhumano, con piedras, escalones y pasos tan estrechos que no entraba ni la bici. Tras inspeccionar un poco el terreno y ver que la cosa tenía pinta de seguir así durante bastantes kilómetros decidí inventar una alternativa para llegar a Oviedo por carreteras secundarias por Manzaneda y San Esteban de las Cruces.
A las 13:30 entré en Oviedo y me hice la foto de rigor en la Catedral, donde puse el último sello de esta primera parte de mi viaje.
Poco después llegaban los cuatro catalanes. No me ha costado mucho acostumbrarme al bullicio, las risas y las bromas de esta banda. Se les echaba de menos. Este año a los cuatro de los últimos años se nos suma Luis, el hermano de José María al que ya iréis conociendo.
La experiencia de este viaje ha sido muy enriquecedora. A pesar de no ir solo por los caminos, al menos los primeros días, la sensación de hacer el camino en solitario es algo distinto, sobre todo en lo que se refiere a la relación con la gente. Cuando viajas solo por un lado estás más predispuesto a contactar con los demás y no te cuesta tanto entablar una simple conversación. Por otro lado el hecho de que la gente te vea solo te «expone» en el mejor sentido a ser abordado por cualquiera que enseguida se interesa por ti, te pregunta de donde vienes, a dónde vas… en definitiva una experiencia muy positiva que me deja muy buen sabor de boca y muchas vivencias para recordar.
Pero sin duda la vida es mucho más fácil en compañía de otros.
Así que ya juntitos los cuatro mosqueteros más uno…
Buen Camino Chicos!
Ánimo chicos espero con ansiedad vuestros comentarios y fotos. Mucho cuidadín.
Hoy se me paso el tiempo, pero dejo mi alegria al veros juntos, un abrazo pandilla de los cincos