
Como siempre, la salida de León es complicada, porque tienes que pasar la autovía y transitar por zonas que en ocasiones no está bien señalizada ni preparada.
Terminamos de salir y todos menos César toman la carretera general, mientras éste tira por el camino paralelo. El problema de esta carretera es el excesivo tráfico que hay, además hoy lunes es mucho más intenso.
Hasta Hospital de Órbigo el camino transcurrió así, aunque pronto los cinco se unieron en el camino de tierra.
Ya en Hospital, José María y César se separaron del grupo en dirección a San Cristobal de la Polantera para hacerle una rápida visita a Nieves, la madre de Feli, una amiga de José María. Nos preparó unos exquisitos huevos fritos con chorizo y salchichón de la tierra, y tras un rato de charla con ella y con Antolín fuimos a visitar a Emilia, la madre de Pedrines, otro de los integrantes de la colla de amigos de José María. Ya no nos dió tiempo a más, porque teníamos que volver en dirección a Astorga para reencontrarnos con el resto del grupo.
Mientras tanto, Paco, José Luis y Juan pararon a desayunar en Hospital y reemprendieron marcha sin abandonar el Camino Francés en dirección a Astorga. Tras una parada en la Cruz de Santo Toribio para hacer fotos se dejaron caer hasta Astorga donde esperaron a los otros dos que llegaron poco después.
Tras algunas compras, reparaciones y esperar un rato a que escampase la lluvia, tomaron camino de nuevo hacia Rabanal del Camino donde acaba la etapa de hoy.

Más tarde nos contaron en el pueblo que la persona que tuvo que terminar de cortar el árbol lo hizo entre lágrimas y que todos los vecinos del pueblo tienen en su casa un trozo de madera del famoso roble que les acompañó durante toda sus vidas.

Mañana toca subir una de las dos paredes que nos faltan: la Cruz de Hierro.









La Cruz de Hierro… La Cruz de Hierro… Ésa me la subo yo sentao y sin manos…
¡en el asiento del coche!
Buen Camino,
Kmpi
San Cristóbal de la Polantera….qué recuerdos 🙂 … Ese paseo en bicicleta en plan Verano Azul….imborrable. Qué buena gente ha dado ese pueblín. Venga pirigrins, que con ese chorizo y demás viandas las paredes que os queden se convierten en leves desniveles de la naturaleza. Buen Camino!!
Muy bonito relato el de hoy, con la historia del roble, ya falta menos chicos !!andale andale!!