Desayunamos en la casa rural y antes de las 8 ya estábamos en marcha.
Al poco de salir de Burguete empieza la subida. Unos repechones cortos pero complicados que hacen que al tándem le cueste mucho avanzar y hasta a nosotros en algunos tramos.
Paco e Isabel fueron alternando camino y carretera mientras nosotros prácticamente hicimos todo el camino. Hicimos tramos que no habíamos hecho en el camino del 2002 porque estaba diluviando.
En Biskarreta paramos a tomar un bocata. Era muy pronto y todavía no había llegado las chistorras, así que nos tuvimos que conformar con tortilla.
A partir de ahí todo dentro de un precioso bosque, subiendo al alto de Erro y la bajada hasta Larrasoaña.
El tándem lo pasó mal todo este tramo, y la bajada de Erro la hicieron por carretera. Nos encontramos en Zubiri, en la fuente. Después volvimos a meternos por camino los cuatro hasta que la cosa se volvió a complicar.
Así fuimos uniéndonos y separándonos hasta Huarte, que aunque no forma parte del camino, hay flechas que te hacen entrar y luego no te sacan. Carol y yo nos despistamos y terminamos en unas huertas sin salida que nos hicieron perdernos de Paco e Isabel.
Quedamos con ellos en Villaba, pero al tomar la carretera, nos metimos por error en la autovía de Pamplona. Conseguimos salirnos y atravesamos Olotz hasta Villaba.
Eran las 14:30 y pasado Villaba, en Burlada paramos en el 714 a comer. ¡ERROR, craso ERROR!
Ya de entrada el sitio no me dio bien en la nariz, y nunca mejor dicho, pero es que la dueña se encargó de hacer realidad mis sospechas: era un poco «dejada».
Comimos, sin muchas ganas, excepto Paco, y seguimos hasta Pamplona. Si hubiésemos tirado hubiésemos podido comer allí.
Sellamos en el albergue y fuimos a buscar el hotel. Carol y yo nos pegamos una siesta y a las 20:00 quedamos con Paco para cenar unos pintxos. La vuelta al hotel fue una aventura, ya que no había taxis ni buses ni nada. Isabel iba con los pies jodidos y todos estábamos muy cansados.