Etapa 9.- Ferreira – Santiago de Compostela

Nos levantamos hoy con todos los planes trastocados. La noche anterior decidimos cortar ya en Santiago y volver a Benavente en coche, autobús o lo que fuese para recoger nuestros coches. Distintos problemas menores se han ido acumulando a lo largo del viaje, y eso sumado al bajón psicológico que te da cuando llegas a Santiago nos ha hecho decidir terminar el viaje, así que hoy es nuestra última etapa.

Eso sí, estamos a más de 70 kilómetros de Santiago, y como dice Merayo en Galicia los kilómetros tienen mucho más de 1000 metros, y además sabiendo que es el final quieres disfrutar y recorrerlos uno por uno.

Total, que en esas estábamos cuando para hacer 17 kilómetros hasta Melide casi nos llevamos toda la mañana. En Melide paramos a hacerle alguna reparación a mi bici, que estaba ya con problemas de todo tipo y no entraban ni piñones y platos. Seguimos ruta, casi sin ganas con idea de parar a comer en Arzúa. Otros 10 kilómetros que no pudimos hacerlos más despacio porque nos caíamos de las bicis.

En Arzúa paramos, descansamos, charlamos, sellamos, nos tomamos un refresco, comimos, descansamos otra vez y finalmente salimos a afrontar los últimos 35 kilómetros del viaje.

Paco y yo tomamos camino desde el principio, mientras José María y Alfonso decidieron tomar carretera. Ya eran las 5 de la tarde, y a esa hora hay muy pocos peregrinos caminando con lo que el camino se vuelve especialmente atractivo y solitario.

Pedalear por esos bosques de eucaliptos gigantes es una gozada, y hoy aunque hace calor, por el camino se nota menos.

En Lavacolla nos esperaba José María para hacer el tramo final juntos. Alfonso siguió por carretera en solitario. Desde Lavacolla hay un par de tramos con subidas pronunciadas, pero ya las piernas están domesticadas y hacen lo que les pidas. Hasta para algún pique que otro nos llegan las fuerzas.

Llegamos al Monte do Gozo a las 19:30, y bajamos hasta Santiago como siempre, henchidos de orgullo y satisfacción por haber cumplido otro reto, que aunque cada vez le damos menos importancia, requiere un esfuerzo físico y mental durante muchos días. Creo que nunca habíamos entrado en Santiago tan tarde, y allí en el Obradoiro nos estaba esperando el Príncipe Naruhito, un chaval muy majo; tenía prisa y no se pudo quedar a tomarse unos vinos. Otro año será.

Queremos agradecer este año muy especialmente el que hayan estado ahí cada día a Esperanza y Pedro, y como no al incombustible Campi que nunca falla. A todos nuestros seguidores que muchos de ellos no escriben en los comentarios del blog, pero escriben Whatsups y correos.

Ultreia peregrino, buen camino

3 comentarios

  1. Lo conseguisteis, la pena es que no os puedo seguir leyendo… hasta el proximo año.

    Gracias a los 4 por hacerme esperar a leeros al dia siguiente.. emocionante la llegada debe ser.. y acojonante cuando lo consigues.

    Cotrina.

  2. Una de las mejores cosas de LA VIDA es disfrutar de lo bueno y aprender de lo malo. Creo no equivocarme si os digo que vosotros sois EXPERTOS DE LA VIDA.
    Un fuerte abrazo y hasta la próxima,
    Kmpi

  3. Los amigos de mis amigos son mis amigos,dice una canción y en eso estamos.Bueno pues amigos,leida la aventura de la última etapa :"me llena de orgullo y satisfación" que compartais vuestras experiencias con todos nosotros,el camino es corto o es largo no importa el santo siempre espera a todos.Un placer haberos conocido,seguido y hasta siempre.

No se admiten más comentarios