Etapa 2. Montserrat – Cervera

Quedamos para estar preparados en la puerta del albergue a las 7 y media que es a la hora en que nos dijeron anoche que abría la cafetería para desayunar.

Cuando estábamos preparados nos dijeron que hasta las 8 no abrían, con lo que tiramos porque ya era bastante tarde.

La salida de Montserrat, lejos de lo que se pueda pensar no es de bajada, y nos llevamos casi una hora subiendo y bajando por la carretera en dirección a Igualada.

Una vez enganchamos la carretera de bajada hacia Igualada ya casi no había dificultades de importancia. Nuestra intención era desayunar allí, pero en Castellolí dimos con el bar perfecto para nuestra famélica situación.

Unos bocatas del tamaño de un antebrazo y unas cervezas después volvemos a tomar ruta para cruzar Igualada de nuevo con un sol de justicia.

Como decía Camilo José Cela de Tendilla, Igualada es largo como una longaniza y nos llevamos casi media hora para atravesarlo, además de comernos unos cuantos escalones de postre antes de salir del todo.

A partir de aquí enganchamos un cómodo carril bici que poco a poco iba ganando altura para encarar el alto de la Panadella. Después de Jorba comienza realmente la subida, que a pesar de no ser muy dura, el calor que pegaba a esa hora la hizo especialmente pesada.

Llegamos al alto y buscamos como náufragos un bar que nos sirviese de tabla de salvación y casi les acabamos con las existencias de líquido. Como llegamos arriba con tiempo y apenas nos quedaban 15 kilómetros hasta Cervera, nos tomamos con bastante calma la parada de avituallamiento, así que aprovechamos para comer algo.

Cuando salimos del bar, José María, José Luis y Juan tiraron por carretera, mientras que César y Paco se entretuvieron un rato preparando las bicis. No se dieron cuenta de que aquellos tres tiraron por carretera y tiraron por las flechas amarillas y por camino hasta Cervera. Salvo alguna pequeña trampa en un bosque bajo, casi los 15 kilómetros transcurrieron por pistas anchas y cómodas, pistas asfaltadas y senderos fáciles.

En Cervera se reagruparon todos y se alojaron en las «celdas» del colegio de la Sagrada Familia… hoy tenemos que portarnos bien y volver pronto a dormir.