
El viaje se hizo muy largo e incómodo y tras una parada en Soria a las 13:30, llegamos a las 15:50 a Pamplona, donde ya estaban Paco e Isabel desde hacía un par de horas.

Había como 15 bicicletas para ese viaje, y muchísimos peregrinos. Hasta llenar el autobús. Un calor asfixiante, que por más que se pusiera el aire no se soportaba.

Sin ducharnos, salimos a buscar un sitio para cenar, porque otra cosa no, pero hambre teníamos para aburrir. Dimos con un asador donde comimos como reyes. Buen comienzo para este viaje.
Mañana comenzamos a levantarnos pronto para empezar a hacer kilómetros lo antes posible.
