No madrugamos mucho para empezar, y además parece que no nos apetece mucho dejar a José. Nos fuimos a desayunar con él.
Pasadas las 10 fuimos a buscar la Catedral para poder sellar. Nos encarriló José.
Comenzamos ruta poco después y todavía nos volveríamos a encontrar con José antes de salir de Oviedo. A partir de ahí carreteritas pequeñas entre bosques con mucho sube y baja, hasta que comenzamos la subida a Escamplero. Fuerte subida con pendientes fuertes.
Llegamos a Grado sobre las 14:00 y allí comimos y echamos una siesta en el río, no sin antes comprar unos tocinitos para la merienda. Pensábamos que no nos daría tiempo y por eso lo compramos antes pero al final el río se apoderó de nosotros y llegamos a recoger los tocinos al bar del hijo de la pastelera, cuando la pastelería ya estaba abierta.
Degustamos el tocinito de kilo y tranquilamente tomamos la carretera hacia San Juan, pero por error nos metimos por la nacional. Una carretera plagada de camiones y tráfico muy rápido.
Finalmente tomamos una carreterita solitaria pero con mucha pendiente. Subidas y bajadas contínuas con rampas de hasta un 23%.
Llegamos a Cornellana a eso de las 19:00.
Increiblemente el albergue estaba casi lleno. Nos llevamos las últimas 4 plazas.
Hemos hablado con Cris pasa que nos reserve en Carril para 14 para cuando lleguemos a Santiago. Salimos a cenar para seguir degustando la increíble sidra y sus terribles cachopos.