Etapa 10. Burgos – Carrión de los Condes

Tenemos que recuperar parte de lo dejado ayer, así que nos levantamos temprano y buscamos un lugar para tomar café antes de salir de Burgos.
El único sitio abierto que encontramos fue el bar que hay frente al albergue de peregrinos, como era lógico por otra parte. Ahí desayunamos algo más fuerte que otros días, para alargar la primera parada y aprovechar bien el día. Hoy la etapa sólo tiene una dificultad importante, y el resto es todo llano.
Una vez fuera de Burgos y llegados a Tardajos, tomamos la carretera que da más vuelta, pero nos evita el camino hacia Hontanas, que nos han dicho que está bastante malo por el barro. Eso sí, a cambio de comernos unos 10 kilómetros más. La carretera es cómoda y amplia, y rodamos muy cómodos por ella. Varios repechones y con unos 40 kms recorridos llegamos a Hontanas donde entramos a echar una foto en la fuente. Pensamos en comer algo allí, eran las 11 y media de la mañana ya y nos quedaba llegar a Castrojeriz y subir el Alto de Mostelares, pero a pesar de haber varios bares no había ninguno en que pudiésemos sentarnos todos, así que decidimos seguir hasta Castrojeriz.
Allí por fin paramos a desayunar en la plaza del pueblo, junto al albergue de peregrinos. Nos quedaba la subida a Mostelares que está nada más salir del pueblo. Con las referencias de años anteriores se hicieron dos grupos: los paquistas y los cesaristas. Los primeros no querían subir mostelares y rodearlo por carretera. Los segundos querían subir como puros machos el alto. Los paquistas ganaban por goleada 4-1, pero un último e inteligente movimiento del único componente del grupo de los cesaristas (César) lanzó una OPA hostil y atacó a José María donde más le dolía… la dignidad, e in extremis cambió de bando.
Lo bueno de la subida de hoy es que no hacía el calor de otros años y se mejoraron y con mucho las referencias de tiempo tardado en subir los 150 metros de altitud que separan la carretera de la cima. Un kilómetro de dura subida y una larga y empinada bajada hasta Puente Fitero, frontera entre Burgos y Palencia. Allí se reunieron todos de nuevo llegando a la par y siguieron ruta por las largas y llanas pistas palentinas.
Seguimos ruta y en Bohadilla del Camino, sacamos agua de su curiosa fuente, buscamos el rollo de justicia para hacernos unas fotos y entramos en el albergue para que lo viesen porque es muy curioso, con su piscinita y todo. Allí preguntamos si daban de comer y aprovechamos.
En Frómista paramos a tomar un café y a hacer unas fotos para seguir. Llevábamos unos 70 kilómetros y aún nos quedaban unos 30.
El resto fue pedalear sin parar hasta Carrión de los Condes. Kilómetros de carretera en la que nuestro principal enemigo era el viento de cara que nos hacía pedalear de más.
En Carrión está todo completo: hostales, hoteles y albergues. En uno de los sitios donde llamamos nos dan el teléfono de un sitio para llamar. Tenían habitaciones individuales, con cena y desayuno por 28€ por persona, además nos lavan la ropa por la voluntad.
Cuando llegamos era la Casa de Espiritualidad Nuestra Señora de Belén. R.R. Filipenses… ahí queda eso. Decir que nos recibieron y nos trataron como si estuviésemos en casa es poco. Un acierto, porque además del alojamiento de calidad, la cena superó todas nuestras espectativas.
Después de los 100 kilómetros de hoy, triunfar con el alojamiento es un gustazo. 

2 comentarios

  1. Un premio a vuestro esfuerzo, ya os queda menos para que….penseis en el proximo camino, si es que sois muy santos hijos

  2. Recuerdo en Bohadilla que la comida y el albergue que está junto al rollo de la justicia, está siempre muy bien cuidado. Y en Carrión, siempre me he quedado en las carmelitas, pero parece ser que todo va de altas espiritualidades. Seguid Buen Camino…
    Kmpi

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