Etapa 3

Golegã – Alvaiázere

Esta noche hemos dormido, y lo de dormir es un decir, en el Parque de Bombeiros Voluntarios de Golegã. Y digo que es un decir porque hemos tenido que pasar la noche en el suelo pelao, sin colchón, sin colchoneta, sin nada. Sólo el saco y menos mal que el suelo era de parquet. Para que luego digas, José María.
Así que nos hemos tenido que buscar la vida a media noche e improvisarnos algo parecido a camas. Paco juntó todas las sillas del salón de actos y se hizo una improvisada litera, yo encontré una tira larga de unos 20 metros de lona que fuí doblando hasta alcanzar un grosor que me aislase un poco del duro suelo. Pero nada, no hubo forma de pegar ojo. Nuestro afortunado compañero húngaro fue el que pudo dormir en el único colchón que había.

Con todo eso, a las seis de la mañana ya estábamos en pié recogiendo las cosas para marcharnos. Así que a las siete ya estábamos pedaleando.
El día se ha dado bastante bien, la etapa mucho más bonita que las anteriores, por su variedad, por empezar a tocar bosques de eucaliptos y comenzar a subir y a bajar. Aunque la etapa era una auténtica rompepiernas.
Hoy ha sido el día de los perros. Tras varios avisos de perros bien atados o bien guardados llegó la hora de la verdad y poner nuestro mundialmente famoso sprint especial a prueba. Dos perros-moco saltaron la valla de su casa y nos estuvieron persiguiendo durante 200 metros de llaneo ligeramente ascendente que parecieron 2 kilómetros. Un grito hipoahuracanado a tiempo hizo que el renacuajo que más corría perdiese la concentración y pudiésemos ganarle unos metros, lo que nos permitió llegar a meta victoriosos.
Un descansito en Tomar, ciudad monumental templaria muy bonita y tranquila, donde por supuesto había que tomar una cerveja… 😀 (humor portugues).
Por cierto, ya somos los que mejor pronunciamos la palabra «cerveja» de la comarca. Cer-ve-ja [ser-ve-sha], se pronuncia como si ya llevases seis o siete o como si fueses de Cádiz.

– Porme una servesha, pisha.

El resto muy tranquilo, entre aldeas pequeñas y carreteritas locales. Poco antes de llegar encontramos dos cerezos plagaditos, y paramos a comernos la fruta, antes de comer, subidos al muro de la finca. Hemos comido hace un rato ya en nuestro destino, Alvaiázere donde estamos en la biblioteca municipal.

9 comentarios

  1. hombre, ya era hora. ¿ a que os sentís mas reconfortados y como auténticos peregrinos?, esta noche, si acaso, os flagelais un poquito y os quedais en la gloria. Ahora en serio, la aventura es la aventura, pero, joder, buscar algo mejor, una cosa intermedia. Un saludo.

  2. Paco, cuidate que los años no perdonan, ya sé que estás en plena forma,pero… sufrir justo lo necerario.
    Petons

  3. marta la hija pródiga

    Ale, que bien os lo montáis!!!Que envidiaaaa!!!petonas gran

  4. Seguis en racha, eh chicos, a ver si dejais atras a las meigas, que vais a tierra Santa, y empezais a disfrutar a tope del viaje, que de eso se trata, ¿o no? besos

  5. Jorge jurado

    Cesar y compañia, pasadlo bien.
    Saludos
    Jorge "El tato", ex de la abrida

  6. Que bueno! me gusto lo de la ceveja! jajaja…

    sois unos fenomenos chavales!!! en nadita ya os tengo danzando por aqui…

    Bueno Camino!!

  7. ¡Caramba chicos! pues si que estais sudando la gota gorda … ¡bueno! pensad que el sacrificio recoforta el espíruto … o algo así … jeje. Cuando lleguéis a vuestro destino Santiago os hará la OLA. Por cierto … si eran 2 perros moco ¿para que correr tanto? ¿lo del agua no sirvió? ¿o no lo probasteis por si os pasaba lo que a José María?

  8. César miré el teléfono en internet y es de Saturn, así que envíame un correo con la información que debo remitirles. Besitos a los dos.

  9. Paco y César

    Los perros, cuanto más chicos más muerden… mira yo. Además lo del agua no funciona porque los dos llevamos botella de aluminio. Otra cosa que hay que tener en cuenta para el futuro. Bidón de plástico.

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