Tras el día de turismo por Carcassone volvemos a pedalear, que es menos cansado que andurrear todo el día por la calle. Aunque nos ha venido bien el descanso y el cambio de aires. Hemos acortado las etapas un poco para que no se hangan demasiado pesadas y que nos de tiempo a entrar en los pueblos, tomarlo con mas calma y disfrutar más del viaje. No hay prisa y todavía no tenemos claro cuándo nos vamos a volver, o si vamos a seguir hasta el final, hasta el Atlántico. Todavía tenemos que preguntar si en el tren podremos volver con las tres bicis.
Camille, la encargada del Etap de Carcassonne nos consiguió anoche hotel en Castelnaudary y en Toulouse, así que sólo tenemos que conseguir algo intermedio, va a ser complicado, porque es sábado.
Por el camino buscamos un supermercado y compramos la comida, de la que dimos cuenta en un lujoso banco de piedra con mesa al pie del canal.
Cuando llegamos a Castelnaudary vamos a la oficina de turismo y allí nos dan las opciones, por teléfono conseguimos hotel en Villafraque de Lauragais. Algo más de treinta kilómetros que mañana haremos relajadamente.
Estos gabachos! Hasta los bancos los tienen de piedra! Lo normal es que roben la pasta de los clientes. Bueno, y bienvenidos a mi mundo del panching. Habéis tenido que iros al otro lado de la acera para daros cuenta de que es mejor hacerlo péapé. Rebesos,
Kmpi