Etapa 2

Azambuja – Golegã

Nos levantamos temprano creyendo que se nos habían pegado las sábanas, y nos hemos llevado casi toda la mañana para darnos cuenta de que en realidad nos habíamos levantado una hora antes de lo que pensábamos.

Desayunamos y comenzamos por pistas parecidas a las de ayer, aunque algo más ciclables, y pronto comenzamos a sufrir el sol de justicia que parece que no se acaba nunca. La etapa transcurre entre viñedos, campos de maíz, tomates… llegamos pronto a Santarem, un pueblo muy agradable y de aspecto mediterráneo y con mucha vida, exceptuando la nuestra, que llegamos muertos tras los dos kilómetros finales con con una pendiente media de más del 7%. Llevamos dos días recorriendo una inmensa llanura, y la subida a Santarem ha sido la única dificultad hasta ahora. Y luego la bajada, por la parte de atrás del pueblo, entre maleza, hierba alta, piedras y cortes de camino que nos ha complicado mucho la bajada. Seguimos ruta hasta Vale de Figueira donde comemos en el sitio más cutre pero a la vez donde mejor hemos comido hasta ahora. Un señor en la mesa de al lado se ha acercado a nosotros para aconsejarnos que no fuésemos por el camino marcado, porque debía estar muy mal, así que hemos aceptado sus consejos y nos hemos ido por carretera hasta Azinhaga, pueblo natal de José Saramago, donde hemos visto la casa donde nació, nos hemos hecho fotos en la estatua que inauguraron este mismo domingo y hemos visitado el museo que lleva la fundación José Saramago. Ana, la amable encargada de la fundación nos ha guiado por la pequeña sala que recrea cómo era la vida del escritor cuando vivía aquí.

Y aquí estamos, en el ordenador de la fundación, escribiendo esto, y dejando que el sol se esconda un poquito para seguir ruta hasta Golegã, donde dormiremos esta noche. Estamos a sólo 10kms del final de etapa.