Etapa 1. Guillena – Almadén de la Plata

Amanecemos a las 7 en casa de Marco y Piedad, ellos se tienen que ir a trabajar y no podemos hacernos los remolones, que ya bastante guerra hemos dado. Ha sido un lujo compartir con ellos este día.
Desayunamos en Guillena, en el Albergue que hay a la salida del pueblo y a las 8:30 empezamos a pedalear… demasiado tarde para el calor que nos espera hoy. El camino hasta Castilblanco de los Arroyos es divertido para mí, y en ocasiones un suplicio para Paco y José María; trialeras de subida y de bajada, bastante “ciclables” y divertidas…. En serio, muy divertidas. Otros tramos no, había que tirar de la bici porque el agua ha hecho estragos en algunos sitios.
Por el camino me llama Marco, que mañana es fiesta en donde él trabaja y que se apunta a acompañarnos en la segunda etapa.
Llegamos a Castilblanco a medio día y allí paramos a comer algo y organizar el resto de la etapa. Este año vamos un poco a la aventura, y casi no tenemos las etapas cerradas, pero tenemos que decirle a Marco dónde vamos a dormir, para que él pueda llegar esta tarde.
Desde Castilblanco es casi todo carretera, y subida, muy larga y en ocasiones dura. Pasamos por la finca Yerbabuena, y por la carretera donde hace pocos días se produjo el accidente de Ortega Cano. Se atraganta la subida, ya se nos atragantó en 2004 y volvió a pasar. Todavía no estamos rodados y cuesta adaptarse. Eso sí, José María va como una moto….
A unos 6 kilómetros de Almadén dejamos la carretera y entramos de lleno en el Parque Natural de la Sierra Norte, paisajes preciosos, aunque ya el sol apretaba. A dos kilómetros de Almadén empieza la subida al Alto del Calvario. Qué bien ponen los nombres en los pueblos… subimos, perdón, nos arrastramos hasta la cima, y a pocos metros del alto empezó a tronar de manera salvaje, las primeras gotas empezaron a caernos justo en la cima. Sólo nos quedaba una pequeña bajada, aunque peligrosa, hasta Almadén.
Paramos a comer y allí mismo decidimos quedarnos a dormir en Almadén de la Plata, porque las gotas se convirtieron en un aguacero importante, y no tiene pinta de mejorar la cosa. Avisamos a Marco que ya está a punto de salir de casa para reunirse con nosotros.
Ya reunidos los cuatro de nuevo echamos la tarde de charla, de paseo y de cervecitas… esto es el Camino.